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lunes, 30 de julio de 2012

MI PRIMER PASTEL


¿Nunca se han imaginado que son alguien completamente diferente a lo que en realidad son? Yo si, es mas, cada vez que entro en la cocina y me pongo a preparar un plato, ya sea para mi sola o para 500 comensales, siento que todo lo puedo, me imagino que la chica callada y despreocupada no existe, y me convierto en una persona con decisión, con carácter y totalmente dura conmigo misma. Creo que nadie me presiona tanto como yo sola me presiono, es algo sumamente preocupante y digno de ir al psicólogo, aunque aquí entre nosotros, la pastelería es mi terapia…


MI PRIMER PASTEL
Dicen que siempre hay una primera vez, esta vez quiero contar mi experiencia con el primer pastel (torta) 3 leches que me encargaron.

Un día me decidí a ofrecer mis servicios como “pastelera” a la gente, hice tarjetitas de presentación, volantitos, etc., y los repartí entre amigos y familiares, dándoles mas de 5 a cada uno para que ellos los repartieran por su parte y así tener mayor alcance.

Una de las personas a las que le di me dijo:
-mirá vos, yo no sabia que hacías tortas, ¿que tipo de tortas haces?

A lo cual yo conteste:

- mi especialidad es la pastelería mexicana, el pastel (torta) 3 leches es el clásico mexicano y es muy rico, también hago chocolate fudge, y tartas clásicas

- el cumpleaños de mi mamá en 2 meses, te voy a encargar una torta (pastel) rica, haz la torta (pastel) que sientas tú que es la más rica.

Desde ese momento mi mente no dejó de planear, les juro que había días en que sentía que la cabeza me iba a explotar.

No solo estaba nerviosa por COMO ME IBA A SALIR EL PASTEL, si no que, a esta persona se le ocurrió decir “mas te vale que salga rica por que mi familia es muy especialita en la comida”, eso puso 500 veces más stress en mis días, no podía dormir, todo tenia que salir perfecto, perfecto biscochuelo, perfecto almíbar, perfecto relleno, perfecto merengue…¡¡¡PERFECTO TODO!!!

El día anterior de la entrega del pastel, aunque no lo crean, estaba muy tranquila, me mentalice en “lo que será, será” y dormí placenteramente, aunque de hecho no sé si fue que resultó la mentalizada o fue el cansancio de toda una semana anterior (sin dormir por el pastel) y trabajo extra.

Por fin, llegó el día, y dije, “Señor, Tú sabes lo que yo hago, así que en tus manos estoy” y empecé a armar el pastel, paso a paso, poco a poco. Ya armado el pastel, hice el merengue italiano, metí el merengue en mangas, cubrí con merengue la parte superior, con la ayuda de una espátula y después con las mangas y un pico rizado, inunde de merengue los laterales del pastel, algunos últimos detalles en la cara superior del pastel y listo, había terminado, había terminado con algo que hacia 2 meses no me dejaba dormir, con algo que me ponía sumamente nerviosa solo de pensar en como iba a resultar, me quedé contemplando el pastel por 5 minutos y las únicas palabras que me salieron fueron “gracias Señor”, quizás suene raro, pero sé que alguien va a comprender de lo que estoy hablando. Me tomé unos minutos para cambiarme la ropa que tenia, ya que estaba toda llena de merengue, y volteo a ver el reloj, el cual marcaba casi la hora de la entrega y espere a que sonara el timbre, el mismo timbre que tenia miedo que sonara antes de tiempo…y finalmente…sonó. Tomé el pastel, bajé las escaleras lentamente y ahí estaba, la dueña del pastel. Vi sus ojos como se abrían sorprendidos mientras se acercaba el pastel a la puerta. Abrí la puerta y sus primeras palabras fueron, “¡¡pero está perfecto!! Parece de pastelería, está hermoso”, acto siguiente, tomó el pastel y se fue. Espere nerviosa 3 días para que me dijera que habían dicho del pastel. Por fin, la encontré en el gimnasio y lo primero que dijo fue “¡¡se me cayó el pastel!! Jajaja” y le dije, ¡¡¡no mientas, dime la verdad!!! ¿Qué les pareció?

-DE-LI-CIO-SO, a todos les encantó, no dejaron nada en los platos, muchas felicidades. De hecho mi hermana me preguntó, ¿este es el pastel que le encargaste a Diana? Por que parece de pastelería…

Y no sé por qué, pero me llenó de orgullo saber que tanto trabajo valió la pena, que vieran mi trabajo y lo vean como si lo hubiera hecho un profesional (cosa que en aquel entonces no lo era).

Y bueno gente, esa fue mi experiencia con mi primer pastel vendido, después de ese, vinieron otros, pero ya me sentía mas segura con lo que hacia…